Los futuros de la soya estadounidense cayeron el jueves a mínimos de una semana. Esto se debió a inquietudes sobre la demanda de aceite de soja y biodiésel, así como al enfriamiento de los mercados nacionales de la oleaginosa, según señalaron operadores.
En contraste, los futuros del trigo también experimentaron una caída debido a la ralentización de las exportaciones globales, mientras que los del maíz tuvieron un leve incremento durante la jornada.
El contrato de soya de julio en la Bolsa de Chicago bajó a 10.4150 dólares por bushel, tras alcanzar un mínimo de 10.3900 dólares, el nivel más bajo desde el 4 de junio.
Por otro lado, el futuro del trigo de julio descendió 8 centavos para situarse en 526.75 dólares el bushel. En cambio, el maíz de julio subió 2 centavos, alcanzando los 4.39 dólares por bushel, impulsado por una reciente caída del dólar.
El mayor descenso en los futuros de la soya se reflejó en el contrato al contado de julio, lo que indica un debilitamiento de los mercados al contado. Esto ocurrió después de que varios procesadores nacionales redujeran sus ofertas de compra de soya de cosecha vieja para entrega inmediata.
Asimismo, los futuros del aceite de soya cayeron aproximadamente un 1%, en medio de preocupaciones en torno a la demanda de biocombustibles.
Se espera que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos proponga este viernes nuevos requisitos de mezcla de biocombustibles para las refinerías de petróleo. Según cuatro fuentes informadas por Reuters, estos requisitos probablemente incluirán un mandato de diésel a base de biomasa más bajo del solicitado por grupos de la industria.
En lo que respecta al trigo, los futuros alcanzaron un mínimo en tres semanas y media. En su más reciente informe de oferta y demanda, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos redujo su pronóstico de inventarios nacionales de trigo para el final de la campaña comercial 2025/26, aunque mantuvo en gran medida sin cambios su estimación de la cosecha del país.
China sigue como el mayor importador mundial de soya, mientras que Estados Unidos es el segundo mayor exportador de esta oleaginosa.
"Hubo optimismo de entrada en las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China para llegar a un acuerdo. Luego, a medida que avanzábamos, se hablaba mucho de tierras raras (...) y no se hablaba mucho de agricultura, que yo viera. Supongo que el diablo está en los detalles", comentó Don Roose, presidente de U.S. Commodities.