Luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respaldara a periodistas como Vanessa Romero, Sabina Berman y Denise Dresser ante lo que denunció como comentarios misóginos de Ricardo Salinas Pliego, el empresario respondió a través de redes sociales.
El dueño de TV Azteca manifestó que el gobierno federal lo usa como un distractor para evitar enfrentar los problemas del país. En un mensaje publicado en la red social X, Salinas Pliego preguntó: “¿Por qué permite que se me llame ‘oligarca’, ‘delincuente’, ‘evasor’, ‘corrupto’, etc., sin pruebas, mientras les exige desesperadamente evidencia a quienes acusan al gobierno anterior y al suyo de complicidad con el crimen organizado?”
Además, el empresario cuestionó si por ser hombre debe tolerar "abusos de poder, insultos y linchamientos públicos".
En una respuesta más extensa dirigida a la presidenta, Salinas Pliego expresó su descontento con lo que considera ataques sistemáticos y juicios mediáticos en su contra, supuestamente orquestados por el gobierno. Ante esto, planteó una serie de cuestionamientos a Sheinbaum sobre lo que percibe como injusticias y prioridades equivocadas del gobierno actual.
Entre las críticas de Salinas Pliego destacan que mientras se defiende a quienes lo atacan, el país enfrenta problemas graves como el crecimiento del narcotráfico, el contrabando y el robo de combustible. También señaló un desmantelamiento institucional y una economía debilitada por el derroche, además de lamentar hechos de violencia recientes.
“Le hago un llamado claro: Deje de perseguir a ciudadanos que trabajamos, pagamos impuestos y generamos empleos... Enfóquese en resolver los verdaderos problemas del país, no en campañas de odio. Solidarícese con las familias de las víctimas y actúe contra la violencia.”
Finalmente, Salinas Pliego enfatizó que su mensaje no se trata de él personalmente, sino de la defensa de las libertades para todos los mexicanos, buscando oportunidades, trabajo digno y un país sin miedo. Concluyó instando a que no se utilice la violencia de género como excusa para encubrir otros problemas de poder.