
El famoso estribillo para la compra de “fierro viejo” parece describir algo más que material reciclable que la gente podría vender por unos cuantos pesos. También representa el tipo de basura que se encuentra en las alcantarillas, ríos de aguas negras y vasos de regulación pluvial ubicados en la Ciudad de México y el Estado de México.
Durante 2025, las autoridades han retirado del drenaje objetos como colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas y más que solo *fierro viejo*: autopartes usadas, llantas y carrocerías de auto. En total, se han extraído más de 41,000 toneladas de desechos del sistema de drenaje de la capital y su zona conurbada.
La basura satura el sistema de drenaje de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), especialmente en temporada de lluvias, situación que recientemente provocó inundaciones y afectaciones en más de 3,500 viviendas del oriente de la capital, según cálculos oficiales.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha revelado los voluminosos hallazgos detectados durante el desazolve o limpieza del drenaje: entre ellos electrodomésticos como refrigeradores, colchones, alfombras, autopartes, llantas, juguetes, una motocicleta, los restos de un poste de luz y hasta la carrocería de un automóvil.
En una entrevista con EFE, Citlalli Elizabeth Peraza Camacho, directora del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) de la Conagua, advirtió sobre los problemas generados por tal cantidad de basura.
“El primer paso es que no se tire basura en las calles; es el principal factor que provoca encharcamientos o taponamientos de alcantarillas o de rejillas que sirven para desfogar el agua de lluvia”, explicó, al señalar que en los primeros ocho meses de 2025 el organismo tiene registradas 41,397 toneladas de residuos.