El jueves 18 de septiembre, Rafael Caro Quintero, conocido como el presunto asesino del Agente Especial de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, compareció ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, ubicada en Brooklyn.
La audiencia, de tan solo 23 minutos de duración, comenzó a las 11:13 y finalizó a las 11:36 hora local. Caro Quintero apareció con el cabello completamente blanco, delgado pero en buena forma física, vestido con el uniforme carcelario beige y una camiseta naranja. Estuvo acompañado por sus abogados y utilizó audífonos para traducción, según informó el medio N+.
Durante la sesión, la defensa del narcotraficante argumentó que sus condiciones carcelarias son “muy restrictivas”. Afirmaron que Caro Quintero se encuentra en una celda de aproximadamente dos por dos metros, lo que consideran un espacio insuficiente para reunirse adecuadamente con su equipo legal para preparar su defensa.
Por ello, solicitaron a la Fiscalía el traslado del detenido a una sala aledaña que permita la reproducción de material audiovisual durante los encuentros con sus abogados.
El equipo fiscal, encabezado por Francisco Navarro y Saritha Komatireddy, indicó que no han recibido ninguna solicitud formal para realizar este cambio, pero señalaron que el tema debía remitirse al Buró de Prisiones (BOP) para su evaluación.
Después de un extenso intercambio entre las partes, se acordó consultar al Buró de Prisiones sobre estas cuestiones. Se estableció una nueva audiencia para mediados de octubre, con el fin de revisar las condiciones de detención de Caro Quintero.
Uno de los momentos más destacados de la audiencia ocurrió cuando el juez cuestionó enérgicamente a la fiscalía sobre la exclusión de la pena de muerte en este caso. Los fiscales respondieron que la fiscal general de los Estados Unidos, Pam Bondi, tomó esta decisión, sin ofrecer más detalles. Esto sugiere que Caro Quintero no enfrentará la pena capital en este proceso.
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