En el quinto foro sobre la implementación de la semana laboral de 40 horas, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (*Coparmex*), Juan José Sierra, propuso la creación de un **Comité Tripartito** para evaluar constantemente los efectos de reducir la jornada laboral en México.
Sierra subrayó su postura afirmando: "No venimos a decir no. Venimos a decir sí". Enfatizó la necesidad de una transición ordenada y sugirió una **implementación escalonada por sectores**. Además, propuso que el Comité Tripartito, compuesto por representantes del gobierno, trabajadores y el sector empresarial, realice una evaluación anual de las condiciones macroeconómicas para determinar si es oportuno mantener el ritmo del cambio, ajustarlo o reforzarlo.
El líder patronal destacó las negociaciones anteriores en materia de salarios, que han permitido una recuperación substancial. Recordó que “año con año analizamos con seriedad la inflación, el desempeño económico, el impacto en las empresas y las condiciones sociales". Según Sierra, gracias a estos análisis, se logró un aumento de más del 150% en términos reales, sin generar inflación ni pérdida de empleo, un enfoque que debería guiar también esta transición.
Insistió en que, de cambiar drásticamente las condiciones, como ante una recesión económica, el mismo mecanismo permitiría hacer una pausa o ajuste temporal, sin desviar los objetivos principales. "No se trata de detener el avance, sino de protegerlo de retrocesos mayores", agregó.
Por su parte, José Luis Carazo, representante de la Confederación de Trabajadores de México (*CTM*), expresó que la transición a una jornada laboral de 40 horas podría resultar contraproducente. Indicó que las demandas presentadas por los empleadores hacen que la implementación sea inviable para los trabajadores, argumentando que podría ser un costo más alto que el beneficio esperado.