La sospechosa de un tiroteo que resultó en la muerte de dos menores en una escuela católica de Minnesota, supuestamente deseaba "ver sufrir a los niños", según indica una investigación preliminar. Las averiguaciones también revelaron la existencia de mensajes de odio dirigidos a Israel y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El jefe de la Policía de Minneapolis, Brian O'Hara, comunicó en una rueda de prensa que se encontraron unos 120 casquillos de bala del fusil con el que Robin Westman, la única sospechosa, abrió fuego indiscriminadamente en la iglesia de la escuela.
O'Hara evitó especular sobre los motivos detrás del tiroteo, aunque mencionó que Westman, quien se quitó la vida en el lugar de los hechos, tenía una "fascinación" por otros crímenes masivos y buscaba "obtener notoriedad", según reportó la cadena NBC News.
El fiscal de distrito, Joseph Thompson, confirmó que Westman tenía una obsesión por matar niños y, aunque no repitió textualmente sus palabras, describió sus intenciones como "quería ver sufrir a los niños".
Por otro lado, el director del FBI, Kash Patel, afirmó en su cuenta de la red social X que los descubrimientos recientes sugieren que el acto fue un ataque terrorista "motivado por una ideología de odio". Los investigadores hallaron referencias en contra de los católicos en una nota y en las armas utilizadas, además de llamamientos a la violencia contra la comunidad judía y contra Trump.