Juan Ricardo Montoya Benítez, periodista de 55 años y corresponsal de La Jornada en Hidalgo, falleció el martes pasado en un accidente automovilístico mientras cubría los daños ocasionados por las lluvias en la comunidad de Chapula, municipio de Tianguistengo.
Según los primeros reportes, Montoya perdió el control de su vehículo, lo que provocó que cayera al fondo de un barranco. Personal de emergencia lo trasladó vía aérea a la Clínica 36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Pachuca, donde lamentablemente falleció alrededor de las 15:15 horas debido a una fractura craneoencefálica y un paro cardiaco.
Montoya Benítez era ampliamente reconocido por su trabajo en periodismo de investigación, destacando su compromiso con la veracidad y la defensa de sus fuentes. A lo largo de su carrera, cubrió hechos de significativa trascendencia social, como la explosión de enero de 2019 en Tlahuelilpan, Hidalgo, que resultó de la perforación ilegal de un ducto de Petróleos Mexicanos y dejó 137 muertos. Asimismo, trabajó en reportajes sobre migración y desastres naturales en Querétaro.
Además de su rol como corresponsal para La Jornada durante 11 años, Montoya colaboraba con *Los Ángeles Press*, medio que destacó su ética, valentía y compromiso con la comunidad. Su última publicación en La Jornada fue un reportaje sobre los daños provocados por las lluvias en Chapula, editado el día de su fallecimiento.
Durante los primeros días de las afectaciones en Hidalgo, el periodista se trasladó a las zonas de desastre para recoger testimonios de los residentes de San Pedro Ayotoxtla, documentando con detalle los daños y la situación de quienes habían sido damnificados.
Los medios de comunicación donde trabajó y otros colegas destacaron que Juan Ricardo Montoya Benítez se distinguió por su periodismo crítico y ético. Abordó investigaciones sobre crimen organizado, abuso de poder y tragedias de alto impacto social en Hidalgo y estados vecinos. Entre sus trabajos más reconocidos figuran las series de crónicas sobre la presencia de grupos delictivos en Hidalgo y el seguimiento de casos judiciales relevantes, donde expuso irregularidades y documentó la impunidad con la que algunas autoridades operaban.
Colegas y autoridades locales expresaron su consternación ante su fallecimiento, honrando su labor informativa, que mantuvo hasta su último día.
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