Expertos de la ONU criticaron el martes la decisión de Estados Unidos de reanudar la deportación de migrantes a terceros países, incluyendo aquellos afectados por conflictos como Sudán del Sur. Los expertos hicieron hincapié en la obligación de Estados Unidos de garantizar que los migrantes no sean enviados a lugares donde corran peligro de sufrir daño.
Este grupo de expertos, designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero que no representan oficialmente al organismo, expresó su preocupación ante la autorización de la Corte Suprema de Estados Unidos para continuar deportando extranjeros a países que no son los suyos.
"La ley internacional es clara en el sentido de que nadie puede ser enviado a cualquier lugar donde hay evidencias de que la persona puede estar en peligro de sufrir tortura, ser desaparecida o privada de la vida", señalaron once expertos de la ONU en un comunicado.
Recientemente, se reportó que ocho migrantes deportados por Estados Unidos, que permanecieron durante semanas en una base militar en Yibutí, llegaron a Sudán del Sur el pasado sábado. Esto fue confirmado por el ministerio estadounidense de Seguridad Interior y un funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores del país africano.
De los deportados, solo uno es originario de Sudán del Sur. Entre los demás, se encuentran un ciudadano mexicano y dos cubanos. Un funcionario local, que optó por permanecer en el anonimato, informó que el grupo llegó a Juba desde Yibutí, transportado por marines estadounidenses. El grupo también incluye a dos birmanos, un vietnamita y un laosiano. Las autoridades estadounidenses afirman que los ocho hombres tienen antecedentes de crímenes violentos y no obtuvieron el consentimiento de sus países de origen para recibirlos.