El reciente bombardeo en la Franja de Gaza ha cobrado la vida de cinco periodistas, incluyendo colaboradores de Al Jazeera, Reuters y AP, según informan las autoridades. Este ataque tuvo como objetivo un hospital en Gaza, en lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha descrito como un "accidente trágico".
La situación para los reporteros en la región ha sido particularmente desafiante, con cerca de 200 periodistas fallecidos en casi dos años de conflicto, de acuerdo con datos proporcionados por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros sin Fronteras (RSF).
El portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Basal, informó que el ataque al Hospital Nasser en Jan Yunis, al sur del territorio, resultó en la muerte de 20 personas. Entre las víctimas se encuentran "cinco periodistas y un miembro de la Defensa Civil".
El ejército israelí ha admitido haber realizado "un ataque en la zona del hospital Nasser" y ha dispuesto una investigación para esclarecer los hechos. El primer ministro israelí reiteró que el bombardeo constituye un "accidente trágico".
Inmediatamente después del ataque, testigos presenciales acudieron al lugar para asistir a los heridos, trasladando cuerpos ensangrentados al interior del complejo hospitalario.
Entre los objetos personales que quedaron en el sitio del suceso, se encontraba la cámara de fotos ensangrentada de Mariam Dagga, una fotorreportera de 33 años que trabajaba en colaboración con la agencia The Associated Press (AP) desde el inicio del conflicto.