La posible imposición de **aranceles de hasta un 200%** a productos farmacéuticos importados por Estados Unidos podría tener un impacto limitado en México. Expertos de la industria mexicana consideran que esta medida podría violar los acuerdos del **Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)** y parecen estar más dirigidas a India y China.
Rafael Gual Cosío, director de Canifarma, explicó que esta medida generaría incertidumbre en la industria: "El anuncio hay que tomarlo con tiento porque hay un grado importante de afectación para el mercado americano. Son productos de primera necesidad y difícilmente podrán ser sustituidos por fabricación local".
El año pasado, México exportó medicamentos por _1,064.6 millones de dólares_ a Estados Unidos, reflejando un aumento del 88% en comparación con 2019. Según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los electrolitos lideraron las exportaciones, seguidos por medicamentos para la tos, gripe y enfermedades respiratorias, y antiácidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció planes para imponer aranceles si las empresas farmacéuticas no se establecen en el país. "Vamos a darle alrededor de un año a año y medio para que ingresen, y después de eso, se les va a imponer un arancel muy alto, como un 200%", expresó Trump.
Juan de Villafranca, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), opinó que el anuncio afectaría más a China y la India. "Creo que la medida afectaría a la India y China porque envían medicamentos subsidiados, no de la mejor calidad", comentó.
El mercado farmacéutico de Estados Unidos representa casi la mitad del mercado mundial, con un 48% de participación y se proyecta que crecerá a una tasa anual del 11%. Según IQVIA, los medicamentos oncológicos, tratamientos para la obesidad, salud mental y fármacos cardiovasculares impulsarán este crecimiento.
Tanto Rafael Gual como Juan de Villafranca consideran que la aplicación de aranceles es poco probable y "una locura", dado que la industria farmacéutica requiere largos periodos de maduración y la instalación de plantas puede tomar hasta siete años, lo que hace inviable la sustitución rápida de proveedores.
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