En un sorprendente giro de los acontecimientos, los ingresos por aranceles en Estados Unidos han superado en los primeros seis meses del 2025 los totales de todo el 2024. Según datos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, compilados por AFP, los ingresos han alcanzado más de 87,000 millones de dólares, en comparación con los casi 79,000 millones de dólares del año anterior.
Este aumento notable se ha observado desde abril, coincidiendo con la continuación de la política de guerra comercial del presidente Donald Trump. Un pico similar se había registrado previamente en 2022, cuando los ingresos llegaron a 98,000 millones de dólares. En junio del 2025, los ingresos netos relacionados con las aduanas fueron de 26,600 millones de dólares, casi cuadruplicando las cifras de enero.
El aumento de los aranceles ha sido defendido por Trump, quien argumenta que su política comercial está logrando que Estados Unidos sea "GRANDE y RICO otra vez". Además de ser una herramienta económica, los aranceles sirven como un instrumento político frente a diversos socios comerciales, incluidos Canadá, Brasil e India.
A partir de hoy, se implementarán nuevos sobrecargos para la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos. Estos incluyen incrementos arancelarios sectoriales significativos, como un 50% para el cobre. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, declaró que "todo estará listo" y que estas medidas no estarán sujetas a negociación después de su implementación el 1 de agosto.
Los aranceles sobre productos de aproximadamente 80 países, incluidos los 27 de la Unión Europea, aumentarán entre un 11% y un 50%, dependiendo del origen de los bienes. Esta medida refuerza la estrategia del gobierno estadounidense de recurrir a los aranceles como un medio de presión en el ámbito internacional.