La tormenta tropical Dalila causó daños significativos en la infraestructura del puerto de Acapulco, Guerrero, este sábado. Elementos como restaurantes, techos de edificios, árboles caídos, calles inundadas y deslaves en avenidas principales fueron afectados tras el avance de la tormenta con intensas lluvias por el Pacífico mexicano.
En la playa de Revolcadero, ubicada en la zona Diamante del puerto, **cinco negocios** —cuatro restaurantes y una marisquería— colapsaron. Este panorama fue comprobado por EFE a través de un recorrido por el área.
Comerciantes de la zona explicaron que el fuerte oleaje, originado desde semanas atrás por el fenómeno del mar de fondo, se intensificó en los últimos dos días. Esto se debe a las lluvias y ráfagas de viento provocadas por la tormenta Dalila, lo que resultó en el socavamiento y posterior colapso de algunas estructuras.
El restaurantero Armando Ramírez comentó que debido al aumento en el nivel del mar en las últimas horas, la franja de arena habitual ha desaparecido. “**El mar nos está socavando y tirando todos los negocios que tenemos, como el área de palapa**,” declaró Ramírez.
Ramírez también indicó que en su establecimiento "todo está perdido", a excepción de la cocina, la cual es complicada de ingresar y de la que duda poder rescatar algo. Asimismo, mencionó que está colaborando con otros trabajadores y prestadores de servicios turísticos para recuperar la madera y reutilizarla.
Por otro lado, las autoridades de la Coordinación de Protección Civil y Bomberos de Acapulco consideraron que los daños registrados son mínimos hasta el momento. Reportaron la caída de cuatro árboles en las colonias Emiliano Zapata, Mozimba y en la Base Naval.
Además, se comentó el colapso de dos techos, uno en una vivienda del Zócalo y otro en las instalaciones del DIF de Acapulco, ambas previamente afectadas por los huracanes Otis y John.
En el fraccionamiento Misión del Mar, la avenida principal permanece bajo el agua, al igual que en la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio en la zona Diamante, debido a la acumulación de agua ocurrida durante el viernes y sábado.
Tres personas decidieron desalojar voluntariamente su vivienda y se trasladaron a un refugio temporal localizado en la zona.