En una reciente resolución sobre la discusión de cómo abordar la informalidad y promover la transición hacia un trabajo decente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha emitido un llamado urgente para abordar esta problemática. Desde que se presentó la Recomendación sobre la transición de la economía informal a la formal en 2015, no se han observado avances significativos.
El documento final, presentado durante la 113ª Asamblea de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), exige la preparación de un plan de acción que utilice enfoques innovadores para enfrentar la informalidad, con el propósito de que sea revisado por el Consejo de Administración en noviembre de 2025.
La OIT destaca que ha pasado casi una década desde la introducción de estas recomendaciones y, sin embargo, la informalidad sigue siendo alta y persistente, aumentando en algunos países, lo cual consideran "inaceptable".
Actualmente, se estima que cerca de seis de cada diez trabajadores y ocho de cada diez empresas en el mundo operan en la economía informal. Según el informe, “si bien es más prevalente en los países de ingreso bajo y mediano, la economía informal existe en todas partes del mundo, incluso en los países de ingreso alto”.
El documento también destaca que para la mayoría de las personas y unidades económicas, participar en la economía informal no es una elección deliberada, sino una consecuencia de la falta de oportunidades en la economía formal y la ausencia de otros medios de vida.
La OIT subraya que la informalidad es un reto complejo, estructural y dinámico, que impacta diferentes modalidades de trabajo en las unidades económicas informales, empresas formales y hogares.