La Corte Suprema de Estados Unidos ha dado luz verde al Gobierno de Donald Trump para revocar el estatus legal temporal de cientos de miles de migrantes venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses. Esta decisión fortalece el impulso del mandatario de intensificar las deportaciones.
El tribunal ha decidido dejar en suspenso la orden de un juez federal que detenía el fin del "parole" que había sido concedido a 532,000 migrantes por el expresidente Joe Biden, lo que podría llevar a una rápida expulsión para muchos de ellos mientras el caso aún se desarrolla en tribunales inferiores.
El "parole" es una autorización temporal conforme a la legislación estadounidense que permite a los beneficiarios vivir y trabajar en el país por razones humanitarias urgentes o beneficios públicos significativos. Biden había empleado esta medida como parte de su estrategia para disuadir la inmigración ilegal en la frontera entre Estados Unidos y México.
Desde el inicio de su mandato, Trump expresó su intención de poner fin a los programas de "parole", lo cual comenzó a implementarse a través de un decreto el primer día de su gestión. En marzo, el Departamento de Seguridad Nacional inició el proceso para eliminarlos. Según el Gobierno, revocar el estatus facilitaría incluir a los migrantes en un proceso de deportación rápida denominado "expulsión acelerada".