Las expectativas de inflación a largo plazo en Estados Unidos empeoraron durante julio, aunque las opiniones de los hogares sobre su situación financiera actual y futura mostraron cierta mejoría, de acuerdo con los datos revelados el 7 de agosto por la Reserva Federal (Fed) de Nueva York.
En la reciente Encuesta sobre las Expectativas de los Consumidores, la Fed indicó que la expectativa de inflación a cinco años se elevó a 2.9% en julio, un aumento respecto al 2.6% del mes anterior y el registro más alto desde marzo. Por su parte, la inflación esperada para el próximo año subió a 3.1% desde el 3.0% de junio, mientras que la proyección a tres años se mantuvo estable en un 3.0%.
Este incremento en las expectativas de inflación a largo plazo, después de una tendencia de enfriamiento en las proyecciones a corto plazo, podría atraer la atención de las autoridades monetarias que buscan entender el impacto de las recientes alzas arancelarias impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Se anticipa que el aumento de los aranceles a la importación podría acelerar la inflación, aunque existen dudas sobre si dicho impacto será temporal o más prolongado.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, destacó al final de la reunión de política de dos días de la semana pasada que “las medidas a corto plazo de las expectativas inflacionarias han subido, en general, en el transcurso de este año por las noticias sobre los aranceles”.
“Más allá del próximo año o algo más, sin embargo, la mayoría de las medidas de las expectativas a largo plazo siguen siendo coherentes con nuestro objetivo de inflación de 2%”, añadió Powell.
La Fed decidió mantener la semana pasada su tasa de interés de referencia a un día entre 4.25% y 4.50%.
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