La deuda del Gobierno federal con las empresas farmacéuticas por la compra de medicamentos ha experimentado un incremento significativo, duplicándose en los últimos meses para alcanzar un total de 2,500 millones de pesos, según la información proporcionada por la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf).
A pesar de los acuerdos anunciados a principios de año para establecer un calendario de pagos, los fondos aún no han sido liberados. La deuda, que se ha acumulado durante los últimos cuatro años, permanece sin resolverse.
“Este tema sigue lento. Lamentablemente en el caso de la Amelaf, que son laboratorios mexicanos, hay un adeudo de 2,500 millones de pesos, de los cuales 1,500 millones de pesos vienen de IMSS-Bienestar y se vienen arrastrando del Insabi, 1,000 millones de medicamentos que se entregaron algunos desde el 2021”,
aseguró el presidente ejecutivo de la Asociación, Juan de Villafranca.
De Villafranca recordó en una entrevista radiofónica que en mayo de 2023 se publicó un decreto que formalizó la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), transfiriendo sus funciones y obligaciones al IMSS-Bienestar. En este decreto se estableció un plazo de seis meses para completar la transición, incluyendo los pagos pendientes. No obstante, hasta la fecha, no se ha registrado progreso en la liberación de los recursos.
“El tema es que quien nos debe de pagar es el Insabi y el argumento es que hay temas atorados con la Secretaría de Hacienda, pero el caso es que no les han pagado a los laboratorios y no se ha podido cumplir con este plan que se platicó a principios de año”
subrayó de Villafranca.
Además de tratar con las deudas del gobierno anterior, la Amelaf ha reportado nuevos adeudos relacionados con la actual administración. Específicamente, el ISSSTE se ha retrasado en sus pagos, aunque anteriormente se encontraba “muy al corriente”, según declaraciones de la Asociación.
En enero de este año, la Amelaf informó que la administración anterior dejó pendientes pagos por 1,000 millones de pesos a los laboratorios afiliados. Aunque se acordó con el gobierno actual iniciar un “proceso de conciliación” para resolver estas deudas, el proceso aún no se ha concretado.