En Oaxaca, la noticia del asesinato de la defensora ayuuk Sandra Domínguez ha generado una reacción de indignación y dolor entre su familia y la comunidad. Araceli, la madre de Sandra, junto a sus hermanas Kenia y Kisha, han expresado un firme mensaje: “Hoy con Sandra en casa, levantamos la voz más fuerte que nunca”. Después de 206 días desaparecida, Sandra fue encontrada sin vida junto con su esposo Alexander, en fosas en el municipio Unión Progreso, Santiago Sochiapam.
Según su familia, aunque “no fue el final que soñábamos”, Sandra descansará entre quienes la amaron profundamente. Resaltaron que su labor como defensora seguirá siendo reconocida, ya que no fue solo una víctima del sistema de violencia e impunidad, sino una defensora incansable.
En compañía de la colectiva Consorcio Oaxaca y Sol Rojo, las hermanas y su madre señalaron la omisión del Estado en la búsqueda de Sandra con vida. A pesar de que Sandra había denunciado la participación de funcionarios locales y estatales en grupos de WhatsApp que difundían imágenes de mujeres indígenas en situaciones de vulnerabilidad, su caso no recibió la atención necesaria. “Exhibió lo que muchos intentaron ocultar, levantó su voz por la dignidad de todas, poniendo su propia vida en riesgo”, manifestaron.
El hallazgo de Sandra y su esposo, a más de 300 kilómetros de donde fue vista por última vez, ha sido un duro golpe para sus seres queridos, quienes continúan honrando su lucha y valentía. Agradecieron el apoyo de organizaciones y autoridades que se pronunciaron en su momento, como la diputada Martha Aracely Cruz Jiménez, Consorcio Oaxaca, Sol Rojo y las autoridades de San Isidro Guaynapa.
En una conferencia de prensa, su familia describió el caso de Sandra como un reflejo de la realidad del país, donde la omisión institucional y la falta de respuesta del Estado son evidentes. Recordaron que en marzo de 2020, Sandra denunció en redes sociales que su fotografía estaba siendo utilizada en un chat de contenido inapropiado, responsabilizando desde entonces a un funcionario estatal que no recibió castigo.
“Sin la exigencia de la sociedad no hay compromiso real del Estado. Las búsquedas no avanzan solas, la omisión institucional también mata. La indiferencia es otra forma de violencia", declararon, subrayando la importancia de la presión social para lograr justicia.
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