El embajador de Estados Unidos en México, Ronald D. Johnson, resaltó los avances en la cooperación bilateral con México tras reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum y una delegación bipartidista del Congreso estadounidense. “Gracias a la presidenta Claudia Sheinbaum por una muy buena reunión con la delegación bipartidista del Congreso de los EU”, expresó Johnson en su cuenta de X, destacando el liderazgo del representante French Hill y cabeza del Comité de Servicios Financieros.
Durante el tercer encuentro sostenido con Sheinbaum en el Palacio Nacional, Johnson subrayó el compromiso compartido de trabajar en beneficio de ambas naciones. Según el embajador, se discutieron temas clave, aunque no se detallaron públicamente los asuntos específicos abordados.
Este dialogo continuado se produce en un momento de tensión por la próxima entrada en vigor de aranceles del 30% a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, efectiva desde el 1 de agosto.
Además de la reunión con Sheinbaum, Johnson destacó un acuerdo bilateral para abordar el problema de las aguas residuales del río Tijuana, un asunto que ha impactado a las comunidades fronterizas durante años. “Nuestros países firmaron el camino para resolver los retos de aguas residuales del río Tijuana”, confirmó el embajador, destacando que este tema es prioritario tanto para el presidente Donald Trump como para Sheinbaum.
Johnson aseguró que esta cooperación bilateral está comenzando a mostrar resultados tangibles, beneficiando no solo a residentes y visitantes, sino también a la fauna y vida silvestre en ambos lados de la frontera.
Estos mensajes llegan en un momento clave, mientras México busca contrarrestar el aumento arancelario anunciado por Washington tras el regreso de Donald Trump a la presidencia. Aunque Sheinbaum no ha comentado específicamente sobre esta última reunión, ha afirmado que su administración trabaja para alcanzar un acuerdo que preserve los beneficios del T-MEC y evite efectos negativos en ambas economías.
La diplomacia de alto nivel se ha intensificado desde la vuelta de Trump a la presidencia, con sectores como el automotriz y el acero enfrentando nuevos gravámenes, además de otros temas de tensión bilateral como la migración y el combate al narcotráfico.