El Congreso de El Salvador, dominado por el oficialismo, se encuentra en una intensa discusión este jueves sobre la propuesta de **reelección presidencial indefinida**, lo que se presenta como una profunda reforma constitucional. La propuesta busca también **ampliar el periodo de gobierno de cinco a seis años**. El actual presidente, Nayib Bukele, quien asumió el cargo en 2019, resultó reelegido en 2024 con un significativo respaldo del 85% de los votos. Este margen de victoria le otorgó un control ampliamente abarcador sobre las instituciones del Estado, situación que la oposición califica como una "dictadura".
En la Asamblea Legislativa, compuesta por 57 de los 60 diputados alineados con Bukele, se está debatiendo un impulso legislativo rápido para permitir la "reelección sin reservas". Además, buscan modificar el mandato presidencial, alineando las elecciones presidenciales, legislativas y municipales, y eliminando la segunda vuelta electoral, de acuerdo con el proyecto de reforma.
Entre las proposiciones oficiales, también se contempla **reducir el actual periodo presidencial**. Originalmente previsto para finalizar en 2029, se plantea acortarlo a 2027 con el fin de organizar elecciones generales en las que Bukele podrá participar si se aprueba la reelección "sin reservas".
Existen expectativas de que los legisladores puedan aprobar la reforma **esta misma noche**.
"Este día ha muerto la democracia en El Salvador (...) Se quitaron las máscaras", expresó en el pleno la diputada opositora Marcela Villatoro, al criticar que la reforma se haya presentado justo cuando el país inicia una semana de vacaciones. "Son unos cínicos", agregó.
Bukele goza de un **considerable apoyo popular** debido a su campaña antipandillas, que ha logrado reducir la violencia a mínimos históricos mediante un régimen de excepción que permite detenciones masivas sin orden judicial.
"Esto es bastante simple, pueblo salvadoreño. Solamente ustedes van a poder decidir hasta cuándo apoyan a su presidente", declaró la diputada Ana Figueroa al presentar las reformas.
El contexto de la propuesta es un marco de denuncias por **represión contra defensores de derechos humanos** y críticos del gobierno, lo que ha llevado al exilio a decenas de periodistas y activistas humanitarios.