En Guadalajara, Jalisco, las repercusiones de los bloqueos ocurridos en la aduana de Manzanillo a mediados de mayo continúan afectando significativamente el flujo de mercancías. Actualmente, el **70% de los contenedores** en dicho puerto experimentan demoras que superan los tres días, lo que se traduce en pérdidas económicas para las empresas involucradas. Miguel Ángel Landeros, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (COMCE) Occidente, compartió estas preocupaciones con El Economista, destacando que estas demoras pueden costar a las empresas varios cientos de miles de pesos.
"Normalmente una carga debe salir entre uno y tres días, pero hay contenedores que tardan en salir cinco, seis, siete, ocho días y más. Hay casos, no frecuentes, pero hay casos en que los barcos ya están haciendo fila pero no se pueden esperar y dejan ciertas mercancías en otro puerto como el de Lázaro Cárdenas, metiendo en líos severos a los importadores", expresó Landeros.
A pesar de las declaraciones de las autoridades federales sobre la resolución del problema, Landeros indicó que la situación sigue siendo complicada, especialmente considerando que Manzanillo es el puerto más importante del país y el tercero de Latinoamérica. Según Landeros, el 40% de la mercancía que entra a México por vía marítima lo hace a través de este puerto, y es especialmente crítico para el 70% de las importaciones provenientes de Asia.
Además, el presidente de COMCE Occidente señaló que antes de los bloqueos, el puerto procesaba unos 4,000 camiones diarios. Sin embargo, estos números han caído drásticamente a entre 1,500 y 1,600 camiones diarios. Esto afecta directamente a los consumidores finales, así como a los dueños de las mercancías.
Landeros también mencionó que, adicionalmente al bloqueo de la aduana llevado a cabo por trabajadores en busca de mejoras laborales, hay cuestiones operativas y decisiones del personal militar responsable de las aduanas que también han agravado el problema.
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