El presidente estadounidense, Donald Trump, ha declarado haber tenido una reunión "muy interesante" con Lip-Bu Tan, director ejecutivo de Intel, tras haber solicitado su dimisión días antes. Trump había exigido la renuncia de Tan luego de que un senador republicano expresara preocupaciones sobre supuestos vínculos con empresas chinas, lo que podría afectar la seguridad nacional.
Intel, reconocida como una de las empresas más emblemáticas de Silicon Valley, enfrenta desafíos para mantenerse competitiva frente a las asiáticas TSMC y Samsung, líderes en el mercado de semiconductores a medida.
En su plataforma Truth Social, Trump compartió que se reunió con Tan junto al secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el del Tesoro, Scott Bessent. "La reunión fue muy interesante", comentó Trump, señalando que "su éxito y ascenso son una historia asombrosa". Además, mencionó que miembros de su gabinete presentarán "sugerencias" en la próxima semana.
Por su parte, Intel expresó en un comunicado su intención de "colaborar estrechamente" con Trump y su administración para fortalecer la posición de la empresa.
Tras la solicitud de dimisión por parte de Trump, Tan emitió un comunicado indicando que la empresa está trabajando con el gobierno para abordar las inquietudes y asegurar que los funcionarios cuenten con "información". Tan alegó que ha habido una propagación de desinformación acerca de sus roles anteriores en Walden International y Cadence Design Systems.
"Siempre he actuado dentro de los más altos estándares legales y éticos", aseguró Tan. A principios de marzo, Tan asumió el liderazgo de Intel en un momento en el que la empresa enfrenta un mercado en el que los chips para procesos tradicionales están siendo cada vez más desplazados por avances en inteligencia artificial.