La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha emitido una alerta a su comunidad universitaria sobre la circulación de mensajes fraudulentos que solicitan pagos indebidos por supuestos trámites. En un comunicado oficial difundido el pasado sábado, la institución subrayó que *"no envía correos ni mensajes solicitando pagos por trámites o servicios".*
La UNAM informó haber detectado recientemente mensajes que exigían un supuesto "costo de matriculación" desde cuentas externas no oficiales. Estas cuentas y el dominio remitente han sido bloqueados y reportados para su baja en internet, según detalló la universidad.
La máxima casa de estudios hizo un llamado a estudiantes, académicos y trabajadores para que "no abran enlaces sospechosos, verifiquen que cualquier comunicación provenga de dominios oficiales y reporten de inmediato cualquier caso al UNAM-CERT: csi.incidentes@unam.mx".
Asimismo, la institución reafirmó *"su compromiso con la seguridad digital de la comunidad universitaria"* y aseguró que continuará implementando acciones para prevenir y mitigar intentos de fraude electrónico.
A nivel nacional, el país está enfrentando una creciente ola de fraudes digitales. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en 2024 se registraron más de 6 millones de fraudes cibernéticos, resultando en pérdidas superiores a 20,000 millones de pesos.
El 92% de estos fraudes se llevaron a cabo a través de canales digitales como la banca en línea, el comercio electrónico y los pagos vía celular. Según un informe de la firma The Competitive Intelligence Unit (The CIU), más de 13 millones de personas han sido víctimas de fraudes cibernéticos en los últimos siete años, siendo el *phishing* uno de los métodos más utilizados. Este método implica que los delincuentes se hagan pasar por entidades confiables para obtener información sensible.
El reporte indica que el 34% de los internautas ha recibido mensajes sospechosos, y uno de cada tres conoce a alguien que ha sido afectado. Entre las víctimas, el 61.5% perdió contraseñas, el 38.5% perdió datos personales y el 15.4% perdió acceso a sus cuentas bancarias.