
La ciudad de Río de Janeiro fue escenario de la operación policial más mortífera en la historia de Brasil, dejando al menos 132 fallecidos, según informaron las autoridades el miércoles 29 de octubre. Los eventos ocurrieron poco antes de que Brasil sea anfitrión de la COP30 en Belém. Los residentes, impactados, se encontraron alineados en una calle con numerosos cadáveres recogidos durante la noche.
Un reportero de AFP observó escenas perturbadoras, incluyendo un cuerpo decapitado y otro con la cabeza destrozada. Además, algunos vecinos denunciaron presuntas "ejecuciones". El operativo tenía como objetivo desmantelar el Comando Vermelho, un grupo criminal predominante en las favelas de Río.
En el barrio de Penha, los residentes que buscaban a sus familiares desaparecidos recolectaron cuerpos de una zona boscosa cercana, con más de 70 cadáveres dispuestos en medio de la calle. El martes, la ciudad vivió escenas de caos, con tiroteos, incendios y enfrentamientos entre fuerzas del orden y presuntos criminales, quienes utilizaron autobuses como barricadas y drones para lanzar "bombas", según informaron las autoridades.
Una de las afectadas, Taua Brito, expresó su dolor diciendo: "Solo quiero sacar a mi hijo de aquí y enterrarlo", mientras se encontraba rodeada de personas que lloraban junto a la hilera de cuerpos, algunos cubiertos con sábanas o bolsas.
El activista y vecino Raull Santiago comentó sobre el evento: "Hay personas ejecutadas, muchas de ellas con un tiro en la nuca, un tiro por la espalda, esto no puede ser considerado seguridad pública". En tanto, Raquel Tomas, madre de Iago Ravel, de 19 años, acusó a las fuerzas de seguridad de la muerte de su hijo: "Degollaron a mi hijo, le cortaron el cuello, colgaron (la cabeza) en un árbol como un trofeo", declaró.
El gobernador Cláudio Castro calificó la operación como un "éxito", defendiendo que las únicas víctimas confirmadas fueron los cuatro policías fallecidos. "No creo que nadie anduviera por el bosque el día del conflicto", afirmó, asegurando que las muertes eran de delincuentes.
Las autoridades de Río mantienen una postura firme contra el "narcoterrorismo". Por su parte, organizaciones como la ONU han expresado críticas a la actuación policial. "Destaca que el uso de la fuerza en las operaciones policiales debe adherirse a las leyes y estándares internacionales de derechos humanos, y exhorta a las autoridades a realizar una investigación inmediata", señaló Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU.