Un equipo de investigadores de la Universidad de Guangzhou, en China, ha realizado un significativo avance en el campo de los trasplantes al efectuar el primer trasplante de un pulmón de cerdo modificado genéticamente a un humano. El receptor fue un hombre de 39 años con muerte cerebral, consecuencia de una hemorragia cerebral. El xenoinjerto pulmonar mantuvo su viabilidad y funcionalidad durante 216 horas, equivalentes a nueve días, sin mostrar signos de rechazo hiperagudo ni infecciones.
No obstante, el estudio publicado en Nature Medicine señala que se presentó un edema grave, similar a la disfunción primaria del injerto, 24 horas después del trasplante. Esto posiblemente se debió a una lesión por isquemia-reperfusión. Además, el rechazo mediado por anticuerpos pareció influir en el daño del xenoinjerto en los días tres y seis posteriores a la operación, aunque se observó una recuperación parcial para el día nueve.
“Este estudio marca un hito en la medicina traslacional: por primera vez se ha implantado en un ser humano, en situación de muerte encefálica, un pulmón de cerdo modificado genéticamente. El órgano, que presentaba seis modificaciones genéticas para hacerlo más compatible con el humano, logró mantenerse viable y funcionando durante nueve días”, destacó Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, en declaraciones a Science Media Centre España.
La estrategia de inmunosupresión empleada por los investigadores incluyó una combinación de medicamentos como globulina antitimocítica de conejo, basiliximab, rituximab, eculizumab, tofacitinib, tacrolimus, micofenolato mofetilo y esteroides, cuyas dosis fueron ajustadas durante el postoperatorio según el estado inmunitario del receptor.
A pesar de demostrar la viabilidad del xenotrasplante de pulmón de cerdo a humano, el estudio indica que persisten importantes desafíos relacionados con el rechazo de órganos y las infecciones, y se necesitan más investigaciones preclínicas antes de considerar la implementación clínica de este procedimiento.
“Con todo ello, aparte de demostrar que se puede hacer, son más las incógnitas que se plantean que las respuestas que se derivan de este estudio. Es evidente que habrá que seguir profundizando en esta línea de investigación, pero la posibilidad de que se consiga una buena evolución de uno de estos pulmones en un enfermo, con una supervivencia aceptable, se antoja lejana y, desde luego, bastante más complicada que en el caso del riñón o del hígado. En suma, se entreabre una pequeña puerta más en el mundo del xenotrasplante, pero con bastantes más dudas que certezas”, afirmó Rafael Matesanz, creador y fundador de la ONT.