Trabajadores jubilados y pensionados de Pemex han tomado medidas drásticas al cerrar de manera indefinida la Terminal de Almacenamiento y Distribución (TAD) en Tapachula, Chiapas, desde el jueves pasado. Esta acción tiene como objetivo reclamar el restablecimiento del servicio médico, del que afirman han carecido durante el último año.
Esta manifestación ha tenido un impacto significativo en la región, provocando un desabasto de gasolina que afecta a 16 municipios en la frontera con Guatemala, incluyendo Tapachula, Cacahoatán y Tuxtla Chico. Desde el lunes, las comunidades han sentido los efectos de la escasez de combustible, resultando en compras de pánico y largas filas en las gasolineras.
Los residentes enfrentan largos tiempos de espera, algunos de hasta dos horas y media, bajo condiciones de altas temperaturas para obtener una cantidad limitada de combustible. Algunas estaciones de servicio han estado operando solo durante ciertas horas o han permanecido sin suministro de gasolina.
Daniel Avendaño Castillo, uno de los manifestantes, enfatizó que su única demanda es la restauración completa del servicio médico, que incluye laboratorios, rayos X y acceso a médicos especialistas. "Lo que queremos es el servicio médico, no queremos otra cosa más”, declaró.
Los protestantes han advertido que mantendrán bloqueada la entrada y salida de los vehículos cisterna, aunque permitirán la entrada de personal. También han solicitado la intervención directa de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
En respuesta, Sheinbaum aseguró en una conferencia matutina que "el problema se va a resolver" y reconoció que "sí está llegando combustible, pero hay un problema con los contratos de los piperos". Además, anunció que la Secretaría de Energía tomará medidas para abordar la crisis que afecta principalmente a Chiapas.
.png)