La violencia laboral ha demostrado su impacto devastador, como en el caso ocurrido en la sucursal de HEB en Torreón, Coahuila, donde Carlos Gurrola, conocido como Papayita, perdió la vida. Este incidente pone en evidencia la falta de protocolos contra la violencia y la ausencia de una cultura organizacional que proteja a los empleados.
El trágico suceso fue provocado por una “broma”, en la que, según los familiares de Gurrola, sus compañeros colocaron desengrasante en su bebida. Sin embargo, este no fue un hecho aislado; anteriormente había experimentado diversos tipos de acoso laboral, como que le escondieran la comida, le dañaran la bicicleta o le ocultaran el celular.
Esta situación plantea varias preguntas sobre la responsabilidad de la empresa: ¿por qué no se tomaron medidas?, ¿existían protocolos de prevención? Según expertos, en México hay una carencia de cultura preventiva en muchas organizaciones, y son pocas las que invierten en su compliance laboral. Vanessa Díaz Vázquez, fundadora de Laboralmx, subraya que las empresas deben ver esta inversión como una estrategia para generar una cultura organizacional saludable, aumentar la productividad y prevenir tragedias.
Por su parte, Karla Guerrero Lozoya, directora de Ética y Estrategia Consultores, señala que en los últimos años ha crecido el interés en las organizaciones por los protocolos de prevención, aunque existe una percepción errónea de que implementar un código de ética y herramientas de denuncia anónima es suficiente.
"La realidad es que el tema de la ética es un trabajo constante para las empresas, y el gran reto es llegar a todos los lados de la operación”.
Ambas especialistas enfatizan la necesidad de que las organizaciones cuenten con un protocolo de prevención y atención al acoso, así como con canales de denuncia seguros y confidenciales. Tener un compliance laboral efectivo, líneas de denuncia e implementar la normativa adecuada, como la NOM 035, junto con la capacitación del personal, podría prevenir eventos trágicos en el lugar de trabajo.