El Centro de Comando, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México ha emitido una respuesta a las acusaciones realizadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, las cuales indicaban un presunto uso de las cámaras de vigilancia de la ciudad por parte del Cártel de Sinaloa en 2018 para rastrear a informantes del FBI.
La entidad subrayó que estos eventos tuvieron lugar en 2018, durante la fase final del gobierno de Enrique Peña Nieto a nivel federal y de Miguel Ángel Mancera en la Ciudad de México. En esa época, según explicaron, se negaba la existencia del crimen organizado en la ciudad, y hubo un maquillaje sistemático de las cifras de incidencia delictiva, mientras los homicidios dolosos alcanzaban niveles históricos.
El C5 de la CDMX destacó que, desde que Claudia Sheinbaum asumió la administración local, se ha trabajado en el fortalecimiento tecnológico de este centro, así como en la expansión del sistema de vigilancia, llegando a cuadruplicar el número de cámaras en comparación con la gestión anterior.
Además, afirmaron que actualmente el C5 opera bajo un esquema de seguridad integral, contando con redes segmentadas y aisladas para prevenir el tránsito no autorizado de datos entre sistemas.
Entre las medidas implementadas se encuentran el control estricto de accesos mediante credenciales jerárquicas y autenticación multifactor, así como la trazabilidad de cada sesión. También se destacó el cifrado de datos tanto en tránsito como en reposo, tanto en nodos de red como en centros de datos, y un monitoreo constante de las actividades y eventos con capacidad de respuesta ante cualquier anomalía.
Finalmente, se mencionó que el sistema opera bajo un esquema cerrado de múltiples capas para mitigar el riesgo de intrusiones de ciberdelincuentes, haciendo referencia a vulnerabilidades experimentadas por otras organizaciones como el propio FBI en los años 2012, 2020, 2021 y 2022.