Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense experimentaron un repunte el viernes, revirtiendo así una racha de cuatro días de pérdidas a raíz del conflicto en Oriente Medio. Un ataque de Israel a Irán, dirigido a desmantelar objetivos nucleares y militares, sacudió los mercados, provocando un incremento en los precios del petróleo y una disminución en los valores de las acciones.
El incremento en los precios del petróleo y las renovadas preocupaciones inflacionarias dominaban las noticias económicas al cierre de la semana, eclipsando los datos positivos que habían impulsado previamente la demanda de deuda estadounidense, lo cual había reducido los rendimientos.
En paralelo, la Universidad de Michigan reportó un aumento inesperado en los índices de confianza y expectativas del consumidor. No obstante, estos indicadores económicos no lograron captar la misma atención que la situación tensa en Oriente Medio.
A principios de la semana, los rendimientos habían caído debido a varios factores: datos de inflación al consumo que resultaron más favorables de lo anticipado, progresos en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, y signos de debilidad en el mercado laboral estadounidense.
Según **Robert Tipp**, estratega jefe de inversiones de PGIM Fixed Income, el aumento en los rendimientos se debe más a que los mercados están mejor preparados para absorber la volatilidad geopolítica en Oriente Medio, que a un movimiento clásico hacia la seguridad. Tipp recordó que durante la invasión de Kuwait por Saddam Hussein en 1990, Estados Unidos estaba en recesión y enfrentaba un suministro de petróleo más ajustado.
"Pero en un mundo en el que ya ha habido bastante actividad geopolítica y militar en esa región y en otros lugares, y en el que la economía se encuentra en una situación bastante buena..."
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