Los bomberos continúan trabajando intensamente este domingo para controlar un extenso incendio forestal en el sur de Francia, en un contexto de alerta por altas temperaturas y condiciones de sequía que podrían reavivar las llamas.
Este incendio, considerado el más grave en la región mediterránea francesa en medio siglo, ha afectado una vasta área del departamento de Aude, en plena temporada turística de verano. El siniestro ha cobrado la vida de una persona el miércoles pasado y ha dejado varios heridos.
Las autoridades han señalado que los vientos cálidos y secos de este domingo, junto a la ola de calor, complican considerablemente la labor de los bomberos. "Es un día difícil, dado que es probable que estemos en alerta roja por ola de calor a partir de las 16:00, lo que no facilitará las cosas", manifestó Christian Pouget, prefecto del departamento de Aude.
Aunque las llamas han dejado de avanzar, continúan ardiendo en una zona de 16,000 hectáreas. Christophe Magny, jefe de la unidad de bomberos de la región, informó el sábado que el incendio no sería controlado hasta el domingo por la noche. Sin embargo, Magny advirtió que "no se extinguirá hasta dentro de varias semanas".
.png)