México ha desarrollado una notable ventaja en el diseño, validación e investigación y desarrollo de semiconductores, especialmente en Guadalajara, Jalisco. Sin embargo, ese potencial se enfrenta a un obstáculo significativo: la falta de una cadena de insumos suficientemente madura para sostener una fabricación local a gran escala.
“En Guadalajara se diseñan chips, se realiza I+D y se validan chips. Tres tareas esenciales en la cadena de suministro localizadas en México que le prestan servicios a Intel en todo el mundo”, señaló Carlos Rebellón, recientemente nombrado gerente general de *Intel México*.
Durante una conferencia de prensa, Rebellón describió las tres oportunidades que Intel contempla en el país: profundizar en el diseño y validación; escalar el proceso de ATP (ensamble, prueba y empaquetado) para chips legados; y, por último, desarrollar la cadena de insumos y materias primas procesadas, que actualmente se importan en su mayoría. Destacó que esta última etapa es la que requiere mayor esfuerzo.
El desafío es significativo. Aunque componentes esenciales como los circuitos impresos ya tienen presencia local, gran parte de la cadena de suministro aún depende de importaciones.
“Algo de eso se hace, por ejemplo, los famosos circuitos impresos, pero hay muchos elementos, las simples bandejas donde se cargan los chips, hoy por hoy mucho de eso es importado, más de 90% de los insumos”, explicó.
Más allá de partes específicas como bandejas, Rebellón mencionó la falta de materias primas estratégicas en el país, como el tungsteno y el germanio. Asimismo, advirtió que no basta con tener capacidad de extracción, ya que se necesita también un procesamiento de alta pureza y cadenas de tratamiento que actualmente no están implementadas en México.