Azerbaiyán y Armenia han firmado un acuerdo de paz negociado por Estados Unidos, con el objetivo de fortalecer los lazos económicos entre ambos países tras décadas de conflicto. Este acontecimiento tuvo lugar durante una reunión con el entonces presidente Donald Trump.
El acuerdo, de mantenerse, representaría un logro significativo para el gobierno de Trump, generando posibles inquietudes en Moscú, que históricamente ha considerado la región como parte de su esfera de influencia.
"Han luchado durante mucho tiempo, 35 años, y ahora son amigos, y lo serán durante mucho tiempo", dijo Trump en la ceremonia de firma en la Casa Blanca. En el evento estuvieron presentes el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan.
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán comenzó a finales de la década de 1980, cuando Nagorno Karabaj, una región azerbaiyana con una población mayoritariamente de etnia armenia, se separó de Azerbaiyán con el apoyo de Armenia.
En 2023, Azerbaiyán recuperó el control total de la región, lo que provocó el éxodo de casi todos los 100,000 armenios étnicos del territorio hacia Armenia. Ambos países se independizaron de la Unión Soviética en 1991.
Trump aseguró que ambos países se comprometieron a cesar los combates, establecer relaciones diplomáticas y respetar la integridad territorial del otro.
El acuerdo incluye derechos exclusivos para Estados Unidos en el desarrollo de un corredor estratégico de tránsito a través del Cáucaso Sur.
Trump destacó que Estados Unidos firmó acuerdos separados con cada país para ampliar la cooperación en materia de energía, comercio y tecnología, incluida la inteligencia artificial.
También se levantaron las restricciones a la cooperación en defensa entre Azerbaiyán y Armenia, y Estados Unidos planea abrir una nueva embajada en la región.