
La incidencia delictiva sigue siendo uno de los principales desafíos en México. Durante 2024, la tasa de victimización autoreportada mostró un incremento significativo, alcanzando las 24,135 víctimas de algún delito por cada 100,000 habitantes. Estas cifras provienen de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), elaborada por el Inegi.
En el desglose por regiones, el Estado de México y la Ciudad de México lideran con las tasas más elevadas, registrando 34,851 y 30,804 víctimas por cada 100,000 habitantes respectivamente. La tasa de victimización se refiere a la cantidad de personas que afirmaron haber sido víctimas de un delito, incluso si no lo denunciaron ante las autoridades.
Cabe destacar que la Envipe reveló que la mayoría de estos delitos no se denuncian. Un considerable 93.2% de los casos forman parte de lo que se conoce como la "cifra negra", es decir, delitos que no llegan a conocimiento de las autoridades.