En el segundo trimestre del 2025, la pobreza laboral en México experimentó un repunte después de alcanzar sus niveles más bajos históricos, afectando al 35.1% de la población. Esto representa un incremento de 1.2 puntos porcentuales respecto al trimestre previo, cuando se encontraba en 33.9%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La pobreza laboral se refiere a aquellas personas cuyo ingreso laboral -ya sea sueldo o salario- no es suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria. Este indicador no toma en cuenta las transferencias directas que reciben los hogares, como apoyos gubernamentales o remesas.
El fenómeno es más pronunciado en las regiones rurales del país, donde afecta al 49.1% de la población, en contraste con el 30.8% en áreas urbanas. Asimismo, las disparidades estatales evidencian que algunos estados presentan niveles de pobreza laboral casi cinco veces más altos que otros.
Chiapas, Oaxaca y Guerrero continúan siendo los estados con mayores índices de pobreza laboral. Durante este trimestre, el 62.5% de la población de Chiapas, el 59.2% de Oaxaca, y el 55.3% de Guerrero, no lograron costear la cesta alimentaria con sus ingresos laborales.
Por otro lado, Baja California Sur registró el nivel más bajo de pobreza laboral, con un 12.9% de sus habitantes en esta situación, seguido por Quintana Roo y Baja California, con 18.0% y 19.7% respectivamente. Estas cifras reflejan grandes disparidades tanto en los niveles salariales como en el poder adquisitivo entre los diferentes estados.
En el contexto de los ingresos, el periodo de abril a junio de 2025 mostró un ingreso real per cápita de 3,386.17 pesos, lo que representa un crecimiento interanual de 1.05% en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Centrándose únicamente en la población ocupada, el ingreso promedio real mensual es de 7,596.46 pesos, lo que significó un aumento de 2.1% en comparación interanual.