El gobierno de Yucatán ha dejado claro que solo recurrirá al endeudamiento cuando existan proyectos que garanticen rentabilidad, cuenten con indicadores sólidos y se apalanquen significativamente a través de coinversión federal o privada. Así lo afirmó Juan Sánchez Álvarez, secretario de Administración y Finanzas de Yucatán. En lugar de ello, se enfocarán en mantener la disciplina en el gasto y aumentar la recaudación propia.
En un giro positivo para la economía del Estado, en marzo pasado, **HR Ratings** mejoró la calificación de Yucatán, elevándola de **HR AA** a **HR AA+**, y cambió la perspectiva de positiva a estable. Este cambio se atribuye a una menor disposición de financiamiento a largo plazo respecto a lo estimado, así como a la liquidación de la deuda a corto plazo del Estado, superando así las proyecciones previas de endeudamiento.
La calificadora advirtió que factores como la adquisición de financiamiento superior a lo estimado o el incremento del pasivo circulante podrían bajar la calificación del Estado.
Sobre el manejo de la deuda, el secretario Sánchez Álvarez mencionó que la postura del gobernador, *Joaquín Díaz Mena*, es clara: recurrir al endeudamiento únicamente si los proyectos propuestos son rentables, presentan indicadores financieros sólidos y tienen una fuerte contribución de inversión federal y privada en proporciones significativas.
“Siempre que se encuentren esas condiciones favorables, el gobierno del estado estará abierto a explorar las posibilidades de tomar deuda”, subrayó Sánchez Álvarez.
Durante el año pasado, se esperaba que el gobierno de Yucatán utilizara la totalidad de un crédito por 3,062 millones de pesos, pero solo se tomó 1,633 millones, lo que permitió consolidar una inversión proyectada en 12,000 millones de pesos para el sexenio.
En el corto plazo, no se prevé un incremento en el endeudamiento, aunque se están evaluando varios proyectos por su trascendencia y viabilidad financiera, considerando diversos instrumentos financieros.
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