La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó este miércoles en la habitual conferencia matutina el nombramiento de Adrián Rubalcava Suárez como nuevo director general del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México. Este nombramiento se produce tras la renuncia irrevocable de Guillermo Calderón Aguilera al cargo.
El anuncio ha desatado críticas, principalmente debido a que Rubalcava ha estado asociado durante años con el PRI, un partido que ha sido objeto de críticas por parte del movimiento al que pertenece Sheinbaum. Sin embargo, la mandataria indicó que se debe evaluar el contexto de diferentes momentos y recordó que Rubalcava decidió "separarse del PRI" para unirse a la Cuarta Transformación.
En sus declaraciones, Sheinbaum señaló: Hay que darle la oportunidad de que desempeñe un buen papel al frente del Metro [...] Ya critíquenlo después de que desarrolle su actividad.
Por otro lado, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, oficializó el relevo y encomendó a Rubalcava la tarea de continuar los trabajos de modernización y renovación del Metro, considerado un componente estratégico para la movilidad de la capital.
No obstante, el historial de Rubalcava está marcado por acusaciones significativas. Durante su carrera pública, ha enfrentado señalamientos de haber creado una red dedicada al acoso y a campañas de desprestigio en contra de periodistas y políticos, además de acusaciones de amenazas y violencia política.
En 2015, investigaciones por parte de la Policía Federal y la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) vincularon a Rubalcava con presuntas actividades de acoso y campañas de desprestigio contra periodistas, medios de comunicación y políticos de distintas afiliaciones.
Según reportes periodísticos, esta red habría sido gestionada junto con Juan Carlos Zaragoza Ríos, entonces empleado de Televisa, y otros colaboradores cercanos a Rubalcava. En algunos casos, se documentaron intentos de fabricar acusaciones graves, como una campaña en redes sociales que acusó falsamente de pederastia al periodista Alejandro Páez.
Organizaciones como ARTICLE 19 han señalado que estas acciones violan la libertad de expresión y han exigido la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y la PGR para investigar posibles delitos y responsabilidades. Las campañas de intimidación y difamación afectaron a medios como SinEmbargo y Aristegui Noticias, así como a periodistas como Francisco Zea.
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