El **91%** de las empresas encuestadas cuenta con al menos algún producto o servicio financiero, un aumento en comparación con el 85% registrado en 2020. Para las microempresas, esta cobertura alcanza solo el **87%**, frente al 77% de 2020. Cuando se observa el producto más básico, la cuenta de depósito, la brecha se amplía aún más: apenas el **70%** de las microempresas posee una, en comparación con el 76% del promedio nacional.
Solo la mitad de las empresas ha solicitado financiamiento alguna vez, y únicamente el **46%** lo ha obtenido. Al finalizar 2023, apenas el **26%** mantenía un crédito activo, predominando la banca comercial como el principal proveedor.
Las empresas más pequeñas señalan las altas tasas de interés y comisiones como principales barreras, seguidas de trámites engorrosos y requisitos excesivos. Un tercio de las MiPyMEs indica que no puede cumplir con las condiciones exigidas.
Digitalización acelerada… con efectivo en la mochila
El **78%** de las empresas ya cobra mediante transferencias electrónicas y más de la mitad acepta pagos con tarjeta (**54%**). Sin embargo, el efectivo aún predomina en tres de cada cuatro cajas registradoras, elevándose al **83%** entre las microempresas.
Este panorama mixto refleja la adopción tecnológica en pequeñas y medianas empresas frente a las barreras que enfrentan las microempresas. Solo el **28%** de las micro utiliza servicios en la nube, comparado con el 70% entre las grandes empresas.
Perspectiva de género: desafíos y oportunidades
El **29%** de las MiPyMEs mexicanas son catalogadas como “empresa de mujeres” por la CNBV, aumentando al 34% entre las microempresas. Aunque presentan altos niveles de inclusión financiera básica, su acceso al crédito es menor, con solo el **42%** de las solicitudes aprobadas frente al 46% del promedio general.
En contraste, la digitalización es un punto fuerte para las empresas lideradas por mujeres, especialmente entre las medianas y grandes, donde el uso de canales digitales alcanza un **97%**.
Sector externo y apoyos en Plan México: palancas para el crecimiento
A pesar de los avances, las MiPyMEs requieren un mayor respaldo para superar el costo del crédito y los obstáculos regulatorios. Reducir tasas, simplificar procesos y programas enfocados en las necesidades de las empresas lideradas por mujeres son tareas prioritarias.
La integración en el mercado exportador se perfila como un motor clave para diversificar ingresos y fomentar la modernización tecnológica. Actualmente, solo el **8%** de las empresas reporta...