En un extenso análisis realizado por Quinto Elemento Lab y el Observatorio de la Corrupción e Impunidad del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, se reveló que durante los últimos cuatro sexenios, el gobierno mexicano ha otorgado contratos por más de 11,492 millones de pesos a Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS), comúnmente conocidas como empresas fantasma. Estas transacciones, abarcando de 2002 a 2022, equivalen a unos 1.5 millones de pesos diarios.
Estas empresas, pese a carecer de capacidad operativa y recursos, lograron acceder a fondos federales significativos. Paralelamente, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dejó de recaudar aproximadamente 7,239 millones de pesos en impuestos a estas mismas entidades, al cancelar o condonar adeudos fiscales.
Por primera vez, esta investigación ofrece una cuantificación global de los recursos federales canalizados hacia estas empresas durante los mandatos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador. El análisis se basó en un cruce entre los contratos federales publicados en CompraNet y el más reciente listado del SAT de EFOS definitivas, actualizado al 31 de enero de 2023.
Esto evidencia un patrón transexenal donde el sistema de contratación gubernamental permitió la operación de empresas fachada durante dos décadas. A pesar de las pocas sanciones y denuncias, las EFOS recibieron contratos gubernamentales, siendo muchas de ellas activas aun después de ser detectadas o tras cambios de administración. Los registros indican que, aunque la contratación con estas empresas inició con Vicente Fox, fue durante el sexenio de Felipe Calderón que más dinero se les otorgó. La práctica se incrementó bajo Peña Nieto, y continuó durante la presidencia de López Obrador, aunque con una disminución en la identificación de dichas compañías por parte del SAT.
La investigación detalla que entre 2002 y 2022, la administración pública firmó 3,529 contratos con 834 EFOS, que operaron un promedio de 8.1 años antes de ser detectadas. A pesar de que muchos contratos se realizaron antes de que estas empresas fueran oficialmente identificadas como EFOS por el SAT, todas terminaron en el listado 69-B.